viernes, 24 de agosto de 2012

POR AMBOS LADOS.. ESPECTACULAR


Saludos a todos, me llamo Nenita, me animo a escribir dejando en claro en primer lugar que no soy una cualquiera, solo una mujer de carne y hueso, con sentimientos y deseos; nosotras las mujeres nos hemos visto reprimidas por siglos de prejuicios; si un hombre esta con otras es un macho, pero si una mujer esta con varios es una perdida.
Mi historia empieza en un club donde asistíamos mi esposo, una pareja de amigos y yo, ya habíamos hecho algo de intercambio swinger e infidelidad consentida, habíamos quedado las dos parejas en salir separadamente de vez en cuando para poder divertirnos y darnos placer, debo admitir que este arreglo me gusta mucho, quiero mucho a mi esposo, y le agradezco tremendamente su mentalidad abierta y permitirme estar con alguien más que me complace como él; siempre me he preguntado cómo espera el hombre tener una esposa dispuesta sexualmente si siempre es lo mismo, la misma rutina… desde que estoy con Toño complazco mucho más a mi esposo, el lo sabe y le gusta, tenemos una vida sexual mucho más activa y placentera.
Como escribía líneas arriba, ya habíamos tenido una serie de encuentros, pero me dio ganas experimentar un poco más, en las reuniones swinger ya habíamos hecho algo de sexo en grupo, pero siempre con nuestras parejas y con nuestros amigos, pero la colectividad le quitaba gusto muchas veces al sexo.
Un sábado por la tarde, se reunió mi esposo con Toño para ver el clásico, se han hecho muy buenos amigos, hermanos de vagina como dice mi amiga, me uní a ellos, tomamos unas cuantas cervezas celebrando el triunfo del equipo, fue cuando se me ocurrió…, llame a mi esposo un momento y le pregunte si le gustaría jugar algo atrevido con Toño y conmigo, mi esposo capto la idea rápidamente, le había comentado algo antes y después de pensarlo un rato acepto.
Se fue a la sala y saco un mazo de cartas e invito a Toño a jugar, mientras jugaban, me fui al baño me di una ducha, y me vestí con un vestido holgado sin nada abajo, después me fui a la sala donde estaban jugando.
Apenas llegue mi esposo propuso jugar una partida con un premio muy especial, ese premio era yo, me éxito mucho ser el premio, Toño y  mi esposo habían tomado ya unas cuantas cervezas y su timidez ya se había ido, jugamos a quien se queda con el joker gana, mientras el juego trascurría, veía cada vez menos cartas aproximando el fin del juego y me mojaba más y más, me di cuenta que mi esposo estaba dejando ganar a Toño, que lindo complacía mis deseos.
Gano al fin Toño, yo estaba mojadita, siempre había participado la esposa de Toño o habíamos salido en parejas, pero era la primera vez que estábamos los 3 solos, los dos hombres me miraban como lobos hambrientos y yo me sentía excitada y un poquito asustada y me encantaba muchísimo la situación, Toño miro a mi esposo como preguntándole, a lo que este le respondió afirmativamente, Toño se levantó, se sentó en el mueble y me jalo, me pare frente a él, que estaba sentado, preguntándome que haría, mi esposo estaba atrás mío observando todo, me daba un poco de vergüenza mirarle, Toño me hizo abrir las piernas y metió su mano bajo mi vestido y empezó a jugar con mi vagina, estaba que escurría jugo, me dejaba acariciar, sentía riquísimo, me dijo que le abriera la bragueta y que le sacara el pene, me costó trabajo estaba bien erecto, se lo corrí un poquito, un líquido espesito le caía, mientras yo seguía goteando queriendo que me claven, Toño me volteo, le di la espalda, ahora de cara a mi esposo, quien me miraba con una sonrisa libidinosa, Toño me jalo y me hizo sentarme en su pene, me la metió todita de golpe, me dio que mirara de frente a mi esposo mientras me la clavaba, al principio no quería, me dio vergüenza, Toño me levantaba y me la clavaba una y otra vez, vi a mi esposo, se había sacado el pene y se estaba masturbando lentamente, al verlo, al ver su rostro ya no me aguante, me vine, que rico, quería ir a mi esposo y quería complacerlo, pero no quería dejar ese tronco duro que me estaba penetrando una y otra vez, se me acerco y me saco el vestido, me empezó a acariciar los senos que estaban durísimos y sensibles, me jalo de encima de Toño y me hizo ponerme en 4 en el mueble y me empezó  clavar, que deliciosa sensación, saber que tenía a dos machos a mi disposición y me iban a dar hasta que yo quisiera, les pedí a los dos que no se vinieran todavía quería gozarlos, cuando mi esposo estaba a punto de venirse la saco y entro Toño que nuevo placer, se siente las diferencias, me hizo echar boca arriba y levantar las piernas, mientras yo solo atinaba a gemir el me penetraba como quería, los dos estaban bien duros, después me libere agarre a Toño y a mi esposo de las manos y nos fuimos al cuarto, hice echar a Toño boca arriba y solita me senté a castigarme un rato, todo este rato había sido increíble, no sé cuántos orgasmos había tenido  y seguía con ganas de mas, estaba loquísima, mi esposo se colocó atrás y me empezó a besar en la nuca y la espalda, me acariciaba, sentí que poco a poco se colocaba y adivine lo que quería hacer, quería meterla por atrás, era la primera vez que lo habíamos, empezó a jugar con mi ano y su dedo, con mis propios jugo mojaba su dedo y me acariciaba el ano, mientras me mordía la nuca y Toño me clavaba por abajo, desee que la metieran los dos, me acosté encima de Toño y le pedí a mi esposo que lo intentara, lo sentí entrar despacito, un dolor, de pronto estaba adentro, los podía sentir a los dos, Toño junto sus piernas y mi esposo coloco sus piernas entra las mías y la de Toño y se empezaron a mover, que placer tan grande, Toño abajo, mi esposo encima, yo apachurrada entre estos dos machos, se movían lentamente por ratos coincidían en la metida y sentía como sus penes casi chocaban dentro solo separados por piel, me dijeron que ya se iban a venir, les pedí que se vinieran dentro, casi se vinieron al mismo tiempo, los senti, mientras sus penes se sacudían dentro de mi no pude aguantarme y tuve un orgasmo como nunca, era inmenso este placer, vi negro, blanco, estrellitas doradas, mientras cabalgaba en la cresta de esta ola de placer que seguía y seguía, estuvimos echado así un tiempo, se levantó mi esposo y me hice a un lado Toño también se paró, me agradeció mucho, me dijo que había estado riquísimo quise pararme para ir al baño pero la cabeza me daba vueltas, mejor me eche a dormir, estaba agotada pero satisfecha, mi esposo me levanto preocupado al día siguiente con el desayuno, sentía en mi concha y culo seco con los jugos que habían quedado ahí, y me dolía el cuerpo, pero fue espectacular, ya lo quiero repetir..

jueves, 2 de agosto de 2012

PAREJA DE CUATRO


Para ser sincera, a mi particularmente, no me gustan mucho las reuniones swinger, fui, como la amiga anterior escribía, por insistencia de mi esposo, ya estábamos aburridos de los mismo sexualmente, yo tuve un amante anteriormente, con el la pase fenomenal, pero con el tiempo también se aburrió la relación, cuando descubrimos la onda swinger nos fue bien, pero al fin no me gustó mucho la cosa.
Todo cambio cuando conocimos a Arturo y Nenita, ellos también son parte del grupo, participamos juntos y nos llevamos muy bien, el es alto delgado y Nenita más bien bajita, en las reuniones la pasábamos requetebién los cuatro y poco a poco mientras la confianza aumentaba nos atrevíamos a mas, ya éramos una pareja de 4, nos habíamos pasado nuestros correos y sabíamos la identidad de cada uno, nos escribíamos y hacíamos bromas, una tarde salimos juntos a bailar a la disco y después a tomar un caldito de gallina para recuperarnos, estábamos ya bastante picaditos y de pronto entramos a la conversa de intercambio de parejas, no en grupo como siempre lo hacíamos si no como parejas por separado, todos nos pusimos atentos, la propuesta era más de lo que habíamos pensado, bueno por lo menos de mi parte, si mi marido estaba con otra, yo lo veía y disfrutaba y lo mismo con el, ¿pero solos?, de todos modos el momento paso y nos despedimos y cada parejita a su casita.
 Al día siguiente, yo ya me había olvidado del asunto y mi esposo fue el que vino con la pregunta de que me parecía y si me atrevía a hacer el intercambio, me quede fría, deje que conversara, puse mala cara, pero en el fondo me gusto el asunto, me atraía Arturo, ya había tenido sexo con el, pero siempre me incomodaba la cantidad de gente.
Mi esposo continuo insistiendo toda la semana, hasta que al final le dije que si, después de conversarlo con Nenita, por supuesto, ella estaba en el mismo tema con Arturo, que no la dejaba en paz. Nos reunimos una noche a acordar lo que sería nuestra cita de infidelidad consentida como le llaman, me pareció tremendamente excitante escuchar los limites supuestos a nuestra manera de actuar que ponían nuestros esposos, hasta decían que solo podíamos hacer una pose, me quería reír, Nenita y yo solo asentíamos con la cabeza.
Quedamos en salir el próximo viernes, a las nueve de la noche y el regreso seria a las 7 de la mañana. El viernes nos reunimos en un restaurante, yo de verdad me vestí para matar, me puse la mejor minifalda que tenía, mi esposo quedo asombrado cuando me vio, me dijo que estaba deslumbrante quiso tirarme en ese momento, pero lo detuve no quería malograr mi maquillaje, me pregunto si quería todavía hacerlo y le dije que sí, él también se puso muy guapo.
Llegamos primero, pedimos un poco de vino, pensamos que Arturo y Nenita se habían echado atrás y justo llegaron ellos, Nenita también estaba deslumbrante, es bajita pero tiene muy buen cuerpo y unas tetas muy grandes, que le gustan mucho a mi esposo, el cual se quedó con la boca abierta, también Arturo al verme, no dejaba de verme las piernas.
Solo tomamos vino, nos despedimos como habíamos acordado, le pregunte a Arturo que había planeado, me pregunto si quería ir a bailar, lo cual me encanta, acepte, nos fuimos a la Disco, bailamos pegaditos, sentía su mazo duro que me rozaba encima de la ropa, yo también estaba muy excitada, pero más me excitaba que Arturo hacia las cosas lentas, como si no quisiera hacerlo o como si quisiera más que tener solo sexo, pasarla bien conmigo, salimos de la disco, nos subimos a su carro y nos fuimos a un pub o algo así donde ponían música tranquila, pidió una botella de vino y nos pusimos a tomarla, el vino me chispeo más, Aturo hacia unos chistes que me hacían reír mucho, estaba encantada, después me tomo de la mano y me caminamos por la cuadra, donde más allá había un parquecito, nos sentamos a descansar, estaba oscuro, me beso, sentí de nuevo ese calor entre las piernas, fue bajando su mano poco a poco hasta llegar a mis piernas, las acaricio poco a poco, mientras mi concha pedía que la tocara, Arturo me pregunto si todavía quería hacerlo con él, lo pensé, esto era más que solo sexo, me dio un poco de miedo pero el pensar que mi esposo estaba con Nenita alejo mis preocupaciones y culpas, no le respondí, le baje el cierre de la bragueta y se lo saque, estaba loca, lo único que quería era tenerlo dentro, me subí encima de él levantándome la mini, apenas lo sentí el me alejo, me dijo que así no, casi lo agarro a golpes, nunca había estado tan arrecha y nunca nadie me había puesto un freno tan seco.
Me dijo que no quería hacerlo así, quería hacerlo en un sitio tranquilo donde lo disfrutáramos ambos, cerca había un hotel, nos metimos corriendo, entrando al cuarto me metí al baño, diciéndome a mí misma que me calmara, no quería que Arturo pensaba que era una loca total, pero estaba tan, pero tan arrecha, no había deseado así a nadie en mucho tiempo, cuando salí el estaba tapado con una colcha en la cama, desnudo, me desnude lentamente como el me lo pidió y me metí entre las sabanas.
Me acerque a él, estaba calientito, sentí tu mazo duro que punteaba mi estómago, mi concha estaba que goteaba, sentía mis piernas totalmente mojadas, me beso, despacio, se colocó encima mío y siguió besándome yo baje mis manos y agarre su mazo y me lo coloque, jugué un poco con su cabezota en mis labios de abajo, cuando ya no aguante más le pedí que lo metiera, le rogué, ya no aguantaba más, entro con suma facilidad y placer, estaba mojadita, lo sentí hasta la garganta lo abrace fuerte, un par de empujadas y estábamos viniéndonos los dos, fue delicioso, me dejo llenecita de leche, descansamos unos minutos, me daba vergüenza decirle que deseaba que me clave más, pero se lo dije, hicimos de todo, goce como una loca, perrito, piernas al hombro, cabalgué mi potro salvaje, no sé cuántas veces, me alocaba sentir su cosa adentro que se movía y movía, y me golpeaba hasta el fondo, más tarde, acabado nuestro maratón de sexo conversamos acerca de que íbamos a decir a nuestros esposos y quedamos en decirles que como había sido el arreglo, solo lo habíamos hecho una vez y de forma normal.
Cuando llegue a casa ya mi esposo estaba allí, no me pregunto nada, lo cual me dio cargo de conciencia imaginando que a él no le había ido bien, más tarde converse con Arturo, que me dijo que tampoco había tocado mucho el tema con Nenita, nos sentimos de verdad muy mal, poco después tuve sexo con mi esposo y me sorprendí de la energía que tenía, parecía renovado, me hizo disfrutar mucho también, él sabe cómo hacerme el amor, sabe cómo hacer para hacerme gozar, pero de todos modos no me aguante y busque pretexto para salir con Arturo otra vez, a escondidas, lo disfrutamos, pero el cargo de conciencia seguía, quiero a mi esposo, pero me gusta hacer el amor con el y con Arturo, me preguntaba si sería una enferma, un día ya no aguante esto de las escondidas y se lo dije a mi esposo, pero el también había seguido saliendo con Nenita, me estaba sintiendo mal por gusto, nos reunimos los cuatro y conversamos como adultos del tema y ahora…,  como dije líneas más arriba somos una pareja de cuatro y me siento muy bien, definitivamente la mujer no es monógama, no creo que el hombre lo sea, me encanta esa cambio, el tener sexo con dos personas diferentes, a Nenita la gusta hacerlo a veces con los dos a la vez, pero eso no es lo mío, soy más recatada.