Saludos a todos, me llamo Nenita,
me animo a escribir dejando en claro en primer lugar que no soy una cualquiera,
solo una mujer de carne y hueso, con sentimientos y deseos; nosotras las
mujeres nos hemos visto reprimidas por siglos de prejuicios; si un hombre esta
con otras es un macho, pero si una mujer esta con varios es una perdida.
Mi historia empieza en un club
donde asistíamos mi esposo, una pareja de amigos y yo, ya habíamos hecho algo
de intercambio swinger e infidelidad consentida, habíamos quedado las dos
parejas en salir separadamente de vez en cuando para poder divertirnos y darnos
placer, debo admitir que este arreglo me gusta mucho, quiero mucho a mi esposo,
y le agradezco tremendamente su mentalidad abierta y permitirme estar con alguien
más que me complace como él; siempre me he preguntado cómo espera el hombre
tener una esposa dispuesta sexualmente si siempre es lo mismo, la misma rutina…
desde que estoy con Toño complazco mucho más a mi esposo, el lo sabe y le
gusta, tenemos una vida sexual mucho más activa y placentera.
Como escribía líneas arriba, ya
habíamos tenido una serie de encuentros, pero me dio ganas experimentar un poco
más, en las reuniones swinger ya habíamos hecho algo de sexo en grupo, pero
siempre con nuestras parejas y con nuestros amigos, pero la colectividad le
quitaba gusto muchas veces al sexo.
Un sábado por la tarde, se reunió
mi esposo con Toño para ver el clásico, se han hecho muy buenos amigos,
hermanos de vagina como dice mi amiga, me uní a ellos, tomamos unas cuantas
cervezas celebrando el triunfo del equipo, fue cuando se me ocurrió…, llame a
mi esposo un momento y le pregunte si le gustaría jugar algo atrevido con Toño
y conmigo, mi esposo capto la idea rápidamente, le había comentado algo antes y
después de pensarlo un rato acepto.
Se fue a la sala y saco un mazo
de cartas e invito a Toño a jugar, mientras jugaban, me fui al baño me di una
ducha, y me vestí con un vestido holgado sin nada abajo, después me fui a la sala
donde estaban jugando.
Apenas llegue mi esposo propuso
jugar una partida con un premio muy especial, ese premio era yo, me éxito mucho
ser el premio, Toño y mi esposo habían
tomado ya unas cuantas cervezas y su timidez ya se había ido, jugamos a quien
se queda con el joker gana, mientras el juego trascurría, veía cada vez menos
cartas aproximando el fin del juego y me mojaba más y más, me di cuenta que mi
esposo estaba dejando ganar a Toño, que lindo complacía mis deseos.
Gano al fin Toño, yo estaba
mojadita, siempre había participado la esposa de Toño o habíamos salido en
parejas, pero era la primera vez que estábamos los 3 solos, los dos hombres me
miraban como lobos hambrientos y yo me sentía excitada y un poquito asustada y
me encantaba muchísimo la situación, Toño miro a mi esposo como preguntándole,
a lo que este le respondió afirmativamente, Toño se levantó, se sentó en el
mueble y me jalo, me pare frente a él, que estaba sentado, preguntándome que
haría, mi esposo estaba atrás mío observando todo, me daba un poco de vergüenza
mirarle, Toño me hizo abrir las piernas y metió su mano bajo mi vestido y
empezó a jugar con mi vagina, estaba que escurría jugo, me dejaba acariciar,
sentía riquísimo, me dijo que le abriera la bragueta y que le sacara el pene,
me costó trabajo estaba bien erecto, se lo corrí un poquito, un líquido espesito
le caía, mientras yo seguía goteando queriendo que me claven, Toño me volteo,
le di la espalda, ahora de cara a mi esposo, quien me miraba con una sonrisa
libidinosa, Toño me jalo y me hizo sentarme en su pene, me la metió todita de
golpe, me dio que mirara de frente a mi esposo mientras me la clavaba, al
principio no quería, me dio vergüenza, Toño me levantaba y me la clavaba una y
otra vez, vi a mi esposo, se había sacado el pene y se estaba masturbando
lentamente, al verlo, al ver su rostro ya no me aguante, me vine, que rico,
quería ir a mi esposo y quería complacerlo, pero no quería dejar ese tronco
duro que me estaba penetrando una y otra vez, se me acerco y me saco el
vestido, me empezó a acariciar los senos que estaban durísimos y sensibles, me
jalo de encima de Toño y me hizo ponerme en 4 en el mueble y me empezó clavar, que deliciosa sensación, saber que tenía
a dos machos a mi disposición y me iban a dar hasta que yo quisiera, les pedí a
los dos que no se vinieran todavía quería gozarlos, cuando mi esposo estaba a punto
de venirse la saco y entro Toño que nuevo placer, se siente las diferencias, me
hizo echar boca arriba y levantar las piernas, mientras yo solo atinaba a gemir
el me penetraba como quería, los dos estaban bien duros, después me libere
agarre a Toño y a mi esposo de las manos y nos fuimos al cuarto, hice echar a
Toño boca arriba y solita me senté a castigarme un rato, todo este rato había sido
increíble, no sé cuántos orgasmos había tenido
y seguía con ganas de mas, estaba loquísima, mi esposo se colocó atrás y
me empezó a besar en la nuca y la espalda, me acariciaba, sentí que poco a poco
se colocaba y adivine lo que quería hacer, quería meterla por atrás, era la
primera vez que lo habíamos, empezó a jugar con mi ano y su dedo, con mis
propios jugo mojaba su dedo y me acariciaba el ano, mientras me mordía la nuca
y Toño me clavaba por abajo, desee que la metieran los dos, me acosté encima de
Toño y le pedí a mi esposo que lo intentara, lo sentí entrar despacito, un
dolor, de pronto estaba adentro, los podía sentir a los dos, Toño junto sus
piernas y mi esposo coloco sus piernas entra las mías y la de Toño y se
empezaron a mover, que placer tan grande, Toño abajo, mi esposo encima, yo apachurrada
entre estos dos machos, se movían lentamente por ratos coincidían en la metida
y sentía como sus penes casi chocaban dentro solo separados por piel, me
dijeron que ya se iban a venir, les pedí que se vinieran dentro, casi se
vinieron al mismo tiempo, los senti, mientras sus penes se sacudían dentro de
mi no pude aguantarme y tuve un orgasmo como nunca, era inmenso este placer, vi
negro, blanco, estrellitas doradas, mientras cabalgaba en la cresta de esta ola
de placer que seguía y seguía, estuvimos echado así un tiempo, se levantó mi
esposo y me hice a un lado Toño también se paró, me agradeció mucho, me dijo
que había estado riquísimo quise pararme para ir al baño pero la cabeza me daba
vueltas, mejor me eche a dormir, estaba agotada pero satisfecha, mi esposo me
levanto preocupado al día siguiente con el desayuno, sentía en mi concha y culo
seco con los jugos que habían quedado ahí, y me dolía el cuerpo, pero fue
espectacular, ya lo quiero repetir..