viernes, 8 de marzo de 2013

PRIMER TRIO CASUAL

Tengo 40 años, mi esposa 36, llevamos 12 años de casados y formamos una pareja muy feliz, nos llevamos muy bien en la cama, pero hace algunos años empezaron a aparecer bajo nuestras sabanas algunas fantasías, las primeras inocentes, poco después mucho mas atrevidas. Estas renovaron en cierta forma nuestra sexualidad, pero poco a poco se fue despertando en ambos y especialmente en mi, el atrevimiento de hacerlas realidad.
Una de estas fantasías era unirnos a otra pareja de conocidos y amigos y verlos haciendo el amor y excitarnos observándonos mutuamente, eso si, cada uno con su esposa, nada de intercambios, pues considerábamos que no estábamos lo suficientemente maduros para intentar algo como eso.
Invitamos a unos amigos de muchos años con los cuales habíamos tocado este tema como un juego, los cuales tenían la misma inquietud curiosa-morbosa por el tema, quedamos para un sábado, días después, dándonos tiempo de dejar a los hijos al cuidado de nuestras familias.
Llego el sábado todo el día experimentamos cierta inquietud fastidiosa, la mezcla del sentimiento de “estas haciendo algo malo y la excitación por hacerlo”, la reunión era en una casa prestada de otro conocido, el cual estaba de viaje y no la usaría todo el fin de semana. Teníamos planeado llegar a eso de las 6 de la tarde, nosotros llegamos tarde, quizás a propósito, deseando en el fondo que no estuviera nuestra pareja invitada allí, todo el viaje la pasamos conversando si nos atreveríamos o no, y dejando en claro y ante la primera incomodidad parábamos todo, definitivamente.
Mi esposa se notaba muy incomoda, dándome la sensación de lo que estábamos haciendo era algo malo, y que lo hacia por complacerme, yo en realidad me sentía aliviado, pues viéndola así me imagine que no ocurriría nada.
Al llegar a la casa observe que el auto de mis amigos ya se encontraba allí, estacione, baje algunos víveres y mi esposa se dirigió a la casa al entrar salió a saludarnos Jorge, esposo de Mariela. Se notaba el también bastante incomodo, le pregunte por Mariela, me dijo que no había llegado aun pues tenia un problema en el trabajo y tenia que entregar unos informes, ahora suspire muy aliviado pensado que lo que habíamos planeado se acababa en ese instante y se lo dije, él también me confeso que era mejor así, por que arriesgar una amistad de años, me pareció lo mas correcto.
Poco después nos sentábamos ante una mesa con un par de botellas de vino a bromear de la tontería que habíamos pensados hacer juntos, nos reíamos sinceramente, tocando el tema que no éramos capaces de atrevernos a hacer algo tan descabellado, mi esposa se unió poco después en la sala con nosotros, se había aligerado de la ropa “sexi” que traía puesta para la aventura y estaba con una falda ligera muy cómoda, se veía hermosa, un ligero rubor colmaba sus mejillas y se reía con nosotros, en realidad la pasábamos muy bien contando chistes y burlándonos de que la esposa de Jorge no llegara, creyendo que se había acobardado de algo que al final no haríamos.
Jorge se disculpo poco después y fue al sanitario, me quede solo con mi esposa y en broma le pregunte si quería continuar con el juego, me contesto que no sabia si se atrevería mientras se levantaba a servirse una copa del delicioso vino que estaba a unos pasos de nosotros y pude observar algo raro, en la parte de atrás de su falda, vi que la tela estaba mojada, me reí al momento y le comente que se había orinado de miedo, ella se volteo hacia mi y se rio nerviosamente con el rostro ruborizado, entonces me di cuenta de que eso húmedo no era orina, tampoco vino, me pare y me acerque a ella, reía nerviosamente, le pregunte si estaba excitada, me dijo que no, metí la mano bajo su falda y su calzón estaba completamente mojado, ella chorreaba toda, estaba excitadísima, nunca la había visto así, me sorprendió, le pregunte si quería hacerlo y me dijo que no se atrevía.
La bese de arranque y la arrastre hacia el mueble donde poco antes estábamos sentados, sentía mi sexo duro como piedra, ella me empujo ligeramente y me dijo al oído que nos fuéramos al cuarto, poco después estábamos echados en la cama y ella me ayudaba a desabrocharme el pantalón, aparte su diminuto calzón a un lado y la penetre toda de una vez, sentí que su cuerpo se retorcía, me clavaba los dedos con furia en la espalda, yo sentía su vagina tremendamente caliente y húmeda, goteaba y mojaba toda la cama y me susurraba al oído que no deje de moverme; de pronto me di cuenta que Jorge estaba parado en la puerta del baño, habíamos entrado al primer cuarto que encontramos y resulta que era el suyo, se quedó mirándonos, con unos ojos extraños mezcla de fascinación y morbo y me pregunto si podía acercarse a nosotros, yo mire a mi esposa, pude notar en sus ojos, la sorpresa, el deseo, la fascinación del momento, la lucha entre el NO de esposa fiel y el SI del instinto animal; solo miramos a Jorge, él se acercó bajándose la pijama que ya tenia puesta, tenia el arma tremendamente erecta, parece que ya había estado observándonos, me levante de encima de mi mujer y le saque el calzón muy lentamente, besando suavemente sus piernas por donde estaba jalando la prenda intima, sentí que cada beso la hacia estremecerse, desde la entrepierna hasta los pies; ella miraba hacia Jorge y hacia mi, se notaba que no sabia que hacer ni como actuar, me eche a su lado y la empecé a besar en los labios, primero delicadamente y después furiosamente ella me los succionaba con una fuerza terrible que me causaba dolor, puede ver que Jorge se acercaba sobre ella y besaba donde yo había besado pero esta vez de los pies hacia arriba, cada beso de el le daba hacia que ella soltara gemidos y suspiros, pronto llego a su entrepierna, la besaba y mordía ligeramente alrededor, jugando con su pubis suavemente, mi esposa jugaba en mi cuello y en mi oreja y casi a gritos me dijo que ya no aguantaba, yo miraba sorprendido como las caricias de Jorge causaban algo tremendo en mi mujer, jamás me imagine algo así y menos vivirlo estábamos mas allá de nuestras fantasías.
Jorge se detuvo, se levanto, mostro su miembro aun mas duro del cual caía una delgada línea de liquido viscoso y la penetro, sentí el cuerpo de mi esposa casi levantarse y levitar sobre la cama, mientras evitaba ver a Jorge directamente a los ojos y solo me miraba a mi, mientras el la penetraba una otra vez, veía sus ojos blanquear y sus manos aferrarse a las sabanas, su voz se había convertido en un murmullo constante de satisfacción.
De mi parte la sensación era inexplicable, una mezcla de dolor, una opresión en el pecho, un placer animal, de ver ese cuerpo conocido al milímetro gozar bajo otro que no era yo, estuve a punto de parar todo pero no me atreví, la vi endurecerse, tensar todo el cuerpo cuando llego al momento de la explosión de placer que recorrió todo su cuerpo, con un grito ahogado por ella misma, vi a Jorge levantarse de ella, ya con el arma recogida, sudoroso y satisfecho, cuando me di cuenta estaba parado junto a ellos sin saber que hacer, mi esposa se dio cuenta de mi confusión, se paro rápidamente, pude ver como los jugos de ambos se derramaban por entre sus piernas mientras ella las sobaba a propósito y se acerco a mi, me tomo de la mano y me atrajo hacia ella, como lo haría con un niño, me echo sobre la cama cogió mi arma y se coloco encima, fue bajando poco a poco mientras yo sentía ese tremendo calor que se apoderaba de mi miembro centímetro a centímetro, llego hasta el fondo y empezó a cabalgar como nunca antes lo había hecho, sentía mi miembro jalado, aplastado, succionando, mientras se mezclaban en mi cabeza los acontecimientos sucedidos, sentí que algo se derramaba desde mi cerebro, que me arrancaban la fuerzo vital, mientras intentaba tocarla con mis manos y ella no me dejaba con su cabalgata frenética y explote como nunca había explotado, sentí que se vaciaba mi cuerpo mi alma mis fuerzas todo mezclado y revuelto, y ella me sintió y se vino dando gritos de placer, sentía su vulva latir como ti tuviera un corazón, como si tuviera vida propia, quedo echada encima mío por un buen rato, escondiendo su cara en mi cuello. Poco después me pregunto si estaba bien, Jorge ya no estaba en la habitación, se había retirado discretamente, yo no sabia que decirle a ella y ella fue la que empezó la conversación, me dijo que se sentía sucia, pero era lo mas animal y placentero que había tenido nunca, jamás tuvo la intención real de hacerlo pero que no pudo decir que no, ya no era ella de si misma y me pidió perdón, le dije que para serle sincero la sensación que tuve fue la mas desagradable, excitante y placentera que jamás había tenido yo también, se acerco a mi de nuevo, para ese momento mi miembro ya estaba excitado de nuevo y le hice el amor lentamente como un prologo tranquilo a una historia de guerra y violencia, note que ella se vino dos veces mas, abrazándome y besándome, dormimos como narcotizados, esa noche y nuestra vida cambio.

viernes, 23 de noviembre de 2012

LA PRIMERA VEZ



Hola mi nombre es Rosa, no es el real por supuesto, quiero contarles mi experiencia, he leído las de este blog y creo que la mía también merece la pena ser leída, yo soy una ama de casa, con un hijo de 8 años, él ya es un poco independiente, lo cual me ha permitido retomar mis estudios dejados hace algún tiempo, por asuntos de mi matrimonio, mi hijo etc.
Mi matrimonio es muy bueno, tengo un esposo que me quiere mucho, es muy cariñoso, sincero, comprensivo, tiene mucho cuidado en mí, es decir me cuida bien, yo lo quiero mucho, NO LO CAMBIARIA POR NADA, a nuestro hijo y a mí no nos falta nada; pero, (como diría mi madre), el diablo metió la cola, a nuestra relación le falta esa pasión de antes, en 9 años de matrimonio es normal que se halla enfriado algo pienso, por lo menos es mi caso, a él lo noto igual.
Mi compañera de la universidad, es más o menos de mi edad, por eso la afinidad, ella se ha vuelto muy amiga mía, somos intimas y un día le conté mi caso, el problema en si es que ya no siento los orgasmos que tenía antes, es más ya no los siento, ahora los finjo, no quiero hacer daño a mi marido, en realidad el problema no es el, sigue tiene la misma fuerza, el problema soy yo, ya no me excita como antes.
Ella me escuchaba y me comento, muy discretamente que ella tuvo los mismos problemas, pero que se había solucionado gracias a algo que no se atrevía a contarme, me pico la curiosidad e insistí en el asunto, hasta que me conto, ella asistía de vez en cuando a un club swinger o club de intercambio, como les llaman; me escandalice, como era posible, ella era una mujer casada, es más me escandalice por su esposo, como es posible que soportara eso??, pensé que estaba loca o que era una tremenda pervertida, ambos, ella y su esposo, yo ya conocía a su esposo y me parecía completamente normal, era una persona muy agradable, como podría estar asistiendo a esos clubs.
Me dejo perpleja, ellos eran una pareja completamente normal, con una vida escondida, poco a poco mi asqueo se fue convirtiendo en una curiosidad morbosa, me moría por saber cómo era ese asunto y como habían entrado, le pregunte a mi amiga, ella me comento, estaba igual que yo y leyó una página de internet, lo principal, era en la ciudad donde vivíamos, lo comento con su marido, ellos ya habían fantaseado al respecto, se inscribió, total era todo anónimo, crearon su correo se inscribieron y de pronto le llego la invitación a la fiesta, se animaron a ir, desde allí fue otra cosa, recordaban lo que paso, y se ponían cachondos y tenía rico y delicioso sexo, un “renacer sexual” en las palabras de ella.
Me conto los detalles y no lo podía creer, no me imaginaba a ella haciendo las cosas que le escuche, varios hombres y varios hombres al mismo tiempo y todo con la complacencia de su marido, y el con varias mujeres y ella viendo…; mi marido jamás aceptaría algo así, jamás, él era una persona decente… y mis amigos no lo eran acaso?
Una noche, en una cena en sus casa, donde habíamos estado estudiando toda la tarde, ella toco el tema con su esposo, el al principio se molestó porque ella me había contado pero le explique que no tenía nada que tener, su secreto era mío también y el pedí que me contara un poco más al respecto, bueno el me explico que era de mentalidad libre con su esposa y no lo consideraba una infidelidad sino una forma de alimentar la aventura sexual que moría con los años, él y su esposa se amaban más que nunca.
Le dije que estaba interesada en ir, me pregunto si estaba preparada, le dije que sí, se sonrió, me dijo que muchas personas creen estar preparadas pero en el momento del momento… le insistí (sorprendiéndome escucharme a mí misma) que quería ir, como respuesta llamo a su esposa, la atrajo hacia él y le empezó a besar, sentados a mi lado se besaban muy morbosamente, mientras yo miraba, al principio sentir incomodidad pero no dije nada, poco después él le saco el pantalón y el calzón a ella y empezó a tocarle, desvié la vista, que estaba haciendo, entendí, si me moría de vergüenza ante eso que sería en público, mire como se desarrollaba el acto, después se tocarla un rato, se bajó los pantalones, saco su pene, que estaba duro y grueso, y empezó a hacerle el amor a su  esposa en el mueble, justo a mi lado, escuchaba como los jugos de ambos sonaban cuando el la metía, un chapoteo añorado, los gemidos de ambos, mi cuerpo empezó a calentarse, poco después el metía su mano entre mis piernas, yo estaba con falda, primero le cogí la mano deteniéndole, pero la solté, deje que recorriera mis piernas, en realidad lo deseaba, llego a mis partes íntimas, metió el dedo, no me sorprendió, estaba completamente mojada, metió su dedo, me hizo sentir muy bien, como quería sentir a alguien en mi concha, el miro a su esposa, la cual asintió, salió de ella, se acercó a mí, yo estaba con las piernas abiertas, me sentía chorrear, se acercó y se puso entre ellas, me saco el calzón despacio, jugando, su pene era un pedazo de fierro apuntando hacia arriba, me pidió que coja su pene y que me lo meta solita, lo hice, sentí la cabeza en la puerta de mi vagina, él jugaba y yo quería que lo meta hasta las bolas, lo metió al fin, despacio, con pequeños empujones que me hacían gemir, me vine!! Tuve un orgasmo intensísimo, mi amiga me miraba divertida y excitada, miraba hacia abajo y veía su pene entrar en mi cuerpo una y otra vez, brillaba con los jugos de mi vagina que lo iban lubricando, sentía mis labios resbalar en su palo duro, cada vez más caliente, lo saco y me pidió que me diera la vuelta, me coloque a cuatro patas encima del sofá, sentía mis jugos resbalar por mis piernas abiertas, sentía una ansiedad tremenda de que me la meta, quería que me rompa todo, me coloco otra vez la cabeza dentro y me dijo que me castigara sola, empuje hacia atrás hasta sentir sus bolas apretujadas contra él, sentía como golpeaban, aumente mi ritmo, quería más, de pronto otra vez el calor y me vine de nuevo gritando, este orgasmo había sido más fuerte, (y era la primera vez que había tenido 2 en un solo polvo),el esposo de mi amiga me dijo que se iba a venir, me pregunto si yo quería que se viniera dentro de mí, ni pensé si estaba en peligro o no, le dije que sí, sentí su leche caliente, mientras su fierro se sacudía dentro, tardo en sacarlo, junto con la mezcla de su leche y mis jugos a borbotones, apenas salió me sentí mal, culpable, agarre mi calzón y me fui corriendo de la casa de mi amiga, llegue a mi casa, me sentía apestando a leche de otra persona, me metí a la ducha corriendo, felizmente estaba sola todavía, me sobe entre las piernas, estaba resbaloso por la mezcla de jugos, pero seguía arrecha, tenía ganas de más; ya bajo el chorro de agua, me puse a pensar, no me había mojado así en tiempo y no tenía nada de malo.. si nadie se enteraba, sonó el celular, era mi amiga, estaba preocupada, le dije que no había de que preocuparse, en realidad estuvo delicioso, me pregunto si no quería regresar, pues ellos continuaban, mi visita los había excitado muchísimo…, lo pensé, mejor no, le dije, pero lo repetiremos otro día, si a ella le parecía; pronto llegaba mi esposo y quería liberar la culpa que tenía dándole una noche que no olvidaría….

viernes, 24 de agosto de 2012

POR AMBOS LADOS.. ESPECTACULAR


Saludos a todos, me llamo Nenita, me animo a escribir dejando en claro en primer lugar que no soy una cualquiera, solo una mujer de carne y hueso, con sentimientos y deseos; nosotras las mujeres nos hemos visto reprimidas por siglos de prejuicios; si un hombre esta con otras es un macho, pero si una mujer esta con varios es una perdida.
Mi historia empieza en un club donde asistíamos mi esposo, una pareja de amigos y yo, ya habíamos hecho algo de intercambio swinger e infidelidad consentida, habíamos quedado las dos parejas en salir separadamente de vez en cuando para poder divertirnos y darnos placer, debo admitir que este arreglo me gusta mucho, quiero mucho a mi esposo, y le agradezco tremendamente su mentalidad abierta y permitirme estar con alguien más que me complace como él; siempre me he preguntado cómo espera el hombre tener una esposa dispuesta sexualmente si siempre es lo mismo, la misma rutina… desde que estoy con Toño complazco mucho más a mi esposo, el lo sabe y le gusta, tenemos una vida sexual mucho más activa y placentera.
Como escribía líneas arriba, ya habíamos tenido una serie de encuentros, pero me dio ganas experimentar un poco más, en las reuniones swinger ya habíamos hecho algo de sexo en grupo, pero siempre con nuestras parejas y con nuestros amigos, pero la colectividad le quitaba gusto muchas veces al sexo.
Un sábado por la tarde, se reunió mi esposo con Toño para ver el clásico, se han hecho muy buenos amigos, hermanos de vagina como dice mi amiga, me uní a ellos, tomamos unas cuantas cervezas celebrando el triunfo del equipo, fue cuando se me ocurrió…, llame a mi esposo un momento y le pregunte si le gustaría jugar algo atrevido con Toño y conmigo, mi esposo capto la idea rápidamente, le había comentado algo antes y después de pensarlo un rato acepto.
Se fue a la sala y saco un mazo de cartas e invito a Toño a jugar, mientras jugaban, me fui al baño me di una ducha, y me vestí con un vestido holgado sin nada abajo, después me fui a la sala donde estaban jugando.
Apenas llegue mi esposo propuso jugar una partida con un premio muy especial, ese premio era yo, me éxito mucho ser el premio, Toño y  mi esposo habían tomado ya unas cuantas cervezas y su timidez ya se había ido, jugamos a quien se queda con el joker gana, mientras el juego trascurría, veía cada vez menos cartas aproximando el fin del juego y me mojaba más y más, me di cuenta que mi esposo estaba dejando ganar a Toño, que lindo complacía mis deseos.
Gano al fin Toño, yo estaba mojadita, siempre había participado la esposa de Toño o habíamos salido en parejas, pero era la primera vez que estábamos los 3 solos, los dos hombres me miraban como lobos hambrientos y yo me sentía excitada y un poquito asustada y me encantaba muchísimo la situación, Toño miro a mi esposo como preguntándole, a lo que este le respondió afirmativamente, Toño se levantó, se sentó en el mueble y me jalo, me pare frente a él, que estaba sentado, preguntándome que haría, mi esposo estaba atrás mío observando todo, me daba un poco de vergüenza mirarle, Toño me hizo abrir las piernas y metió su mano bajo mi vestido y empezó a jugar con mi vagina, estaba que escurría jugo, me dejaba acariciar, sentía riquísimo, me dijo que le abriera la bragueta y que le sacara el pene, me costó trabajo estaba bien erecto, se lo corrí un poquito, un líquido espesito le caía, mientras yo seguía goteando queriendo que me claven, Toño me volteo, le di la espalda, ahora de cara a mi esposo, quien me miraba con una sonrisa libidinosa, Toño me jalo y me hizo sentarme en su pene, me la metió todita de golpe, me dio que mirara de frente a mi esposo mientras me la clavaba, al principio no quería, me dio vergüenza, Toño me levantaba y me la clavaba una y otra vez, vi a mi esposo, se había sacado el pene y se estaba masturbando lentamente, al verlo, al ver su rostro ya no me aguante, me vine, que rico, quería ir a mi esposo y quería complacerlo, pero no quería dejar ese tronco duro que me estaba penetrando una y otra vez, se me acerco y me saco el vestido, me empezó a acariciar los senos que estaban durísimos y sensibles, me jalo de encima de Toño y me hizo ponerme en 4 en el mueble y me empezó  clavar, que deliciosa sensación, saber que tenía a dos machos a mi disposición y me iban a dar hasta que yo quisiera, les pedí a los dos que no se vinieran todavía quería gozarlos, cuando mi esposo estaba a punto de venirse la saco y entro Toño que nuevo placer, se siente las diferencias, me hizo echar boca arriba y levantar las piernas, mientras yo solo atinaba a gemir el me penetraba como quería, los dos estaban bien duros, después me libere agarre a Toño y a mi esposo de las manos y nos fuimos al cuarto, hice echar a Toño boca arriba y solita me senté a castigarme un rato, todo este rato había sido increíble, no sé cuántos orgasmos había tenido  y seguía con ganas de mas, estaba loquísima, mi esposo se colocó atrás y me empezó a besar en la nuca y la espalda, me acariciaba, sentí que poco a poco se colocaba y adivine lo que quería hacer, quería meterla por atrás, era la primera vez que lo habíamos, empezó a jugar con mi ano y su dedo, con mis propios jugo mojaba su dedo y me acariciaba el ano, mientras me mordía la nuca y Toño me clavaba por abajo, desee que la metieran los dos, me acosté encima de Toño y le pedí a mi esposo que lo intentara, lo sentí entrar despacito, un dolor, de pronto estaba adentro, los podía sentir a los dos, Toño junto sus piernas y mi esposo coloco sus piernas entra las mías y la de Toño y se empezaron a mover, que placer tan grande, Toño abajo, mi esposo encima, yo apachurrada entre estos dos machos, se movían lentamente por ratos coincidían en la metida y sentía como sus penes casi chocaban dentro solo separados por piel, me dijeron que ya se iban a venir, les pedí que se vinieran dentro, casi se vinieron al mismo tiempo, los senti, mientras sus penes se sacudían dentro de mi no pude aguantarme y tuve un orgasmo como nunca, era inmenso este placer, vi negro, blanco, estrellitas doradas, mientras cabalgaba en la cresta de esta ola de placer que seguía y seguía, estuvimos echado así un tiempo, se levantó mi esposo y me hice a un lado Toño también se paró, me agradeció mucho, me dijo que había estado riquísimo quise pararme para ir al baño pero la cabeza me daba vueltas, mejor me eche a dormir, estaba agotada pero satisfecha, mi esposo me levanto preocupado al día siguiente con el desayuno, sentía en mi concha y culo seco con los jugos que habían quedado ahí, y me dolía el cuerpo, pero fue espectacular, ya lo quiero repetir..

jueves, 2 de agosto de 2012

PAREJA DE CUATRO


Para ser sincera, a mi particularmente, no me gustan mucho las reuniones swinger, fui, como la amiga anterior escribía, por insistencia de mi esposo, ya estábamos aburridos de los mismo sexualmente, yo tuve un amante anteriormente, con el la pase fenomenal, pero con el tiempo también se aburrió la relación, cuando descubrimos la onda swinger nos fue bien, pero al fin no me gustó mucho la cosa.
Todo cambio cuando conocimos a Arturo y Nenita, ellos también son parte del grupo, participamos juntos y nos llevamos muy bien, el es alto delgado y Nenita más bien bajita, en las reuniones la pasábamos requetebién los cuatro y poco a poco mientras la confianza aumentaba nos atrevíamos a mas, ya éramos una pareja de 4, nos habíamos pasado nuestros correos y sabíamos la identidad de cada uno, nos escribíamos y hacíamos bromas, una tarde salimos juntos a bailar a la disco y después a tomar un caldito de gallina para recuperarnos, estábamos ya bastante picaditos y de pronto entramos a la conversa de intercambio de parejas, no en grupo como siempre lo hacíamos si no como parejas por separado, todos nos pusimos atentos, la propuesta era más de lo que habíamos pensado, bueno por lo menos de mi parte, si mi marido estaba con otra, yo lo veía y disfrutaba y lo mismo con el, ¿pero solos?, de todos modos el momento paso y nos despedimos y cada parejita a su casita.
 Al día siguiente, yo ya me había olvidado del asunto y mi esposo fue el que vino con la pregunta de que me parecía y si me atrevía a hacer el intercambio, me quede fría, deje que conversara, puse mala cara, pero en el fondo me gusto el asunto, me atraía Arturo, ya había tenido sexo con el, pero siempre me incomodaba la cantidad de gente.
Mi esposo continuo insistiendo toda la semana, hasta que al final le dije que si, después de conversarlo con Nenita, por supuesto, ella estaba en el mismo tema con Arturo, que no la dejaba en paz. Nos reunimos una noche a acordar lo que sería nuestra cita de infidelidad consentida como le llaman, me pareció tremendamente excitante escuchar los limites supuestos a nuestra manera de actuar que ponían nuestros esposos, hasta decían que solo podíamos hacer una pose, me quería reír, Nenita y yo solo asentíamos con la cabeza.
Quedamos en salir el próximo viernes, a las nueve de la noche y el regreso seria a las 7 de la mañana. El viernes nos reunimos en un restaurante, yo de verdad me vestí para matar, me puse la mejor minifalda que tenía, mi esposo quedo asombrado cuando me vio, me dijo que estaba deslumbrante quiso tirarme en ese momento, pero lo detuve no quería malograr mi maquillaje, me pregunto si quería todavía hacerlo y le dije que sí, él también se puso muy guapo.
Llegamos primero, pedimos un poco de vino, pensamos que Arturo y Nenita se habían echado atrás y justo llegaron ellos, Nenita también estaba deslumbrante, es bajita pero tiene muy buen cuerpo y unas tetas muy grandes, que le gustan mucho a mi esposo, el cual se quedó con la boca abierta, también Arturo al verme, no dejaba de verme las piernas.
Solo tomamos vino, nos despedimos como habíamos acordado, le pregunte a Arturo que había planeado, me pregunto si quería ir a bailar, lo cual me encanta, acepte, nos fuimos a la Disco, bailamos pegaditos, sentía su mazo duro que me rozaba encima de la ropa, yo también estaba muy excitada, pero más me excitaba que Arturo hacia las cosas lentas, como si no quisiera hacerlo o como si quisiera más que tener solo sexo, pasarla bien conmigo, salimos de la disco, nos subimos a su carro y nos fuimos a un pub o algo así donde ponían música tranquila, pidió una botella de vino y nos pusimos a tomarla, el vino me chispeo más, Aturo hacia unos chistes que me hacían reír mucho, estaba encantada, después me tomo de la mano y me caminamos por la cuadra, donde más allá había un parquecito, nos sentamos a descansar, estaba oscuro, me beso, sentí de nuevo ese calor entre las piernas, fue bajando su mano poco a poco hasta llegar a mis piernas, las acaricio poco a poco, mientras mi concha pedía que la tocara, Arturo me pregunto si todavía quería hacerlo con él, lo pensé, esto era más que solo sexo, me dio un poco de miedo pero el pensar que mi esposo estaba con Nenita alejo mis preocupaciones y culpas, no le respondí, le baje el cierre de la bragueta y se lo saque, estaba loca, lo único que quería era tenerlo dentro, me subí encima de él levantándome la mini, apenas lo sentí el me alejo, me dijo que así no, casi lo agarro a golpes, nunca había estado tan arrecha y nunca nadie me había puesto un freno tan seco.
Me dijo que no quería hacerlo así, quería hacerlo en un sitio tranquilo donde lo disfrutáramos ambos, cerca había un hotel, nos metimos corriendo, entrando al cuarto me metí al baño, diciéndome a mí misma que me calmara, no quería que Arturo pensaba que era una loca total, pero estaba tan, pero tan arrecha, no había deseado así a nadie en mucho tiempo, cuando salí el estaba tapado con una colcha en la cama, desnudo, me desnude lentamente como el me lo pidió y me metí entre las sabanas.
Me acerque a él, estaba calientito, sentí tu mazo duro que punteaba mi estómago, mi concha estaba que goteaba, sentía mis piernas totalmente mojadas, me beso, despacio, se colocó encima mío y siguió besándome yo baje mis manos y agarre su mazo y me lo coloque, jugué un poco con su cabezota en mis labios de abajo, cuando ya no aguante más le pedí que lo metiera, le rogué, ya no aguantaba más, entro con suma facilidad y placer, estaba mojadita, lo sentí hasta la garganta lo abrace fuerte, un par de empujadas y estábamos viniéndonos los dos, fue delicioso, me dejo llenecita de leche, descansamos unos minutos, me daba vergüenza decirle que deseaba que me clave más, pero se lo dije, hicimos de todo, goce como una loca, perrito, piernas al hombro, cabalgué mi potro salvaje, no sé cuántas veces, me alocaba sentir su cosa adentro que se movía y movía, y me golpeaba hasta el fondo, más tarde, acabado nuestro maratón de sexo conversamos acerca de que íbamos a decir a nuestros esposos y quedamos en decirles que como había sido el arreglo, solo lo habíamos hecho una vez y de forma normal.
Cuando llegue a casa ya mi esposo estaba allí, no me pregunto nada, lo cual me dio cargo de conciencia imaginando que a él no le había ido bien, más tarde converse con Arturo, que me dijo que tampoco había tocado mucho el tema con Nenita, nos sentimos de verdad muy mal, poco después tuve sexo con mi esposo y me sorprendí de la energía que tenía, parecía renovado, me hizo disfrutar mucho también, él sabe cómo hacerme el amor, sabe cómo hacer para hacerme gozar, pero de todos modos no me aguante y busque pretexto para salir con Arturo otra vez, a escondidas, lo disfrutamos, pero el cargo de conciencia seguía, quiero a mi esposo, pero me gusta hacer el amor con el y con Arturo, me preguntaba si sería una enferma, un día ya no aguante esto de las escondidas y se lo dije a mi esposo, pero el también había seguido saliendo con Nenita, me estaba sintiendo mal por gusto, nos reunimos los cuatro y conversamos como adultos del tema y ahora…,  como dije líneas más arriba somos una pareja de cuatro y me siento muy bien, definitivamente la mujer no es monógama, no creo que el hombre lo sea, me encanta esa cambio, el tener sexo con dos personas diferentes, a Nenita la gusta hacerlo a veces con los dos a la vez, pero eso no es lo mío, soy más recatada.

lunes, 18 de junio de 2012

RELATO DE PARTICIPANTE


CAROLA GONZALES:
Bueno me animo a escribir a pedido de mi esposo, al cual mi historia de la fiesta le parece muy excitante, bueno a mi también, nos animamos a ir después de leer los correos que nos mandaste, te seré sincera no estaba totalmente convencida y asistí solo por complacer a Lucho, quien me tiene loca con su idea de buscar nuevas sensaciones, como él lo dice, la condición era que solamente íbamos a ir para ver, SOLO PARA VER, y si me animaba, a tener relaciones con él, SOLO CON EL y a lo máximo que llegaríamos seria que nos vieran, eso sería todo, llego tu correo avisándonos el día de la reunión y el carro puntualmente en la puerta, me moría de vergüenza, varias veces estuve a punto de cancelar todo, pero al final a insistencia de Lucho fuimos.
La casa era bonita, fuimos la ultima pareja en llegar, que incomodidad, ya todos estaban con sus batas, nos fuimos al baño a cambiar pero yo quería quedarme con mi calzón puesto, Lucho insistió que no, si el sabia que solo habíamos ido a mirar, ¿para qué quería que me quitara el calzón? Me moleste pero no quise hacer ningún escándalo, sentía algo de curiosidad.
El ambiente te diré, con luces bajas, las mascaras, la que me puse me apretaba al principio, pero me la puse con gusto, no quería que nadie me reconociera, que vergüenza seria.
Pensé que la fiesta sería un fracaso, no nos atrevíamos a mirarnos las caras, y eso que estábamos con mascaras, definitivamente cuando serviste el licor diste en el clavo, no sé que le echaste pero se noto que la tensión se fue y cuando se acabo la botella el juego de la botella borracha que no se quien propuso, puso las cosas más interesantes, al bailecito desnudándose de una castigada, los besos, tengo la impresión que en ese momento empezó todo, estaba sentada con una señora y nos reíamos de todo, Lucho salió a bailar con una señora bastante joven al parecer, estaba bien excitado se notaba su bata levantada, cuando se empezó a sobar con ella, no me gusto mucho, me sentí extraña, un calor en el pecho, yo creo que nadie se había dado cuenta que era mi esposo, con lo oscuro que estaba, de pronto estaba pidiendo un preservativo y la señorita estaba pasándoselo, cuando se lo estaba poniendo me dio cólera, no era lo que habíamos acordado, pero me dio vergüenza decir algo, todos reían y yo me sentí mal, no sé qué estaba haciendo en esa reunión, me pare y me fui a la barra, sentía que mi garganta estaba seca, quería agua, cuando regrese ella estaba encima de Lucho, se movía de arriba abajo, pensé que esa tipa no tenía nada de vergüenza, que idiota seria su marido y entonces lo sentí, una mano me acariciaba las rodillas suavemente, me paralice, nos habías dicho que bastaba decir no o una mano en el hombro bastaría para que parara, pero me paralice, la mano seguía subiendo, me daba vergüenza siquiera moverme, esa mano tibia estaba jugando entre mis piernas y yo paralizada viendo a Lucho, sentía que me miraba, que pensaría de mi, que era una puta, de pronto de golpe esa mano llego a mi vagina, me daba vergüenza siquiera voltear a ver quién era, me di cuenta que estaba mojadita, no me había dado cuenta que mis partes estaban chorreando, la mano metió el dedo y casi me caigo de placer, realmente no me había dado cuenta de lo excitada que estaba, sentí que se ponía atrás mío, sentí su pene duro chocar contra mi trasero, mierda pensé, tengo que parar esto, se empezó a sobar, me levanto la bata y metió el pene entre mis piernas estaba duro y caliente y yo paralizada, se empezó a mover, el jugo que votaba mi vagina hacia que el pene resbalara, cerré las piernas para sentirlo mejor, miraba a todo lado, pero nadie parecía notar mi situación, todos estaban viendo a Lucho, sentí su voz que me decía agáchate un poquito y abre las piernas y ni lo pensé, lo hice, le abrí las piernas a un desconocido después de 12 años de casada, felizmente me había sacado el calzón, me la metió todita, sentí sus pelos que chocaban contra mi trasero, no podía dejar de mirar a Lucho mientras este desconocido me la metía, sentí que me miraba, me sentía mal pero a la vez tenia tanto placer, basto una par de empujadas y me vine como una loca, casi me caigo, vi oscuro, sentía que las piernas me temblaban, tuve un orgasmo como el que no había tenido con mi marido en mucho tiempo, no sé porque el desconocido la saco, parece que alguien le llamo, mierda me dije, estaba tan excitada y mojada que no me di cuenta si este hombre se había puesto el preservativo, me fui al baño asustada me toque y olí a ver si había semen, pero no olía a nada más que mis jugos, regrese a la sala, me senté tranquila con un cargo de conciencia tremendo, al rato Lucho se acerco a mí y me pregunto si estaba enojada por lo que había hecho con esa chica, le dije que no, más tarde pasamos a los juegos y Lucho me hizo el amor, tuve otro orgasmo rico, pero no como el primero, ya en casa me atreví a contarle lo que había pasado, pensando que se enojaría, pero me dijo que mi historia le ponía muy cachondo, con esas palabras y me animo a contarla, la pregunta es ¿Quién me la clavo?, leerá esto y quiero que sepa que le agradezco, estuvo muy rico, bueno mejor no quiero saber me da vergüenza..
MASTERSWINGER: Carolita gracias por tu relato, lo publicó casi integro salvo algunos cambios hechos a los nombres para proteger la intimidad, amiga, no le eche nada a los tragos, solo era un trago de la selva, supuestamente afrodisiaco (parece que funciono), me alegra que te haya gustado la reunión, pues ya te he visto en tres reuniones más, espero me sigas escribiendo y a todos los participantes igual, cuéntenme sus experiencias.